La técnica de injerto osteocondral autólogo implica el trasplante de cilindros osteocondrales pequeños, simples o múltiples (mosaicoplastía) extraídos más comúnmente de la superficie articular que no soporta peso del cóndilo femoral, hacia una zona receptora que contiene el defecto.

Las ventajas del procedimiento incluyen la reconstrucción con cartílago hialino en una operación de una sola etapa, ya sea a través de artroscopía o mediante mini-incisión. Se indica habitualmente en lesiones más allá del tamaño crítico identificado para microfractura. También puede estar indicado para lesiones osteocondrales pequeñas, de 8 a 20 mm, con afectación ósea profunda y formación de quistes subcondrales, o después de que la microfractura haya fallado en la reparación de estas lesiones.

Los pacientes mayores con enfermedad articular degenerativa de la rodilla donante deben ser considerados para opciones de tratamiento alternativo. No obstante, y a pesar de que los resultados del injerto osteocondral autólogo han sido buenos a excelentes en el seguimiento tanto a corto como a largo plazo, existen una serie de limitaciones de la técnica que deben ser consideradas al momento de tomar decisiones.